Para aquellos que crecimos cerca de un arroyo, la expresión "del otro lado" no necesita mayores aclaraciones. "Del otro lado" es lo que queda cruzando el arroyo: la escuela, un club, la casa de alguien, una actividad circunstancial. "Tengo que ir a la salita que está del otro lado para vacunar al nene". El arroyo también divide socialmente al barrio: suele haber un lado "bueno", que es el más antiguo, y otro por el que conviene mejor no acercarse después de las seis de la tarde. Eso se debe a que en general los barrios se fueron haciendo primero de un lado, en la zona alta, donde se instalaron los primeros pobladores, muchos inmigrantes y las fábricas. Décadas más tarde, cuando ya no hubo lugares accesibles para vivir en esa parte, se pobló la zona baja, donde antes sólo había bañados y terrenos que se inundaban apenas llovía o soplaba una sudestada. El otro lado. Los problemas Pero el arroyo también es la causa de dos de los