Semanas atrás, se produjo cierto revuelo mediático por la personificación que realizaron un par de bailarinas del programa de TV que conduce Marcelo Tinelli, "Bailando por un Sueño en ShowMatch".
Para quienes no hayan visto las escenas cuestionadas, se trató de dos chicas (una era Silvina Escudero, la otra no sé) que estaban vestidas como bailarinas de cumbia, pero que hablaban como si tuvieran problemas de dicción, y le hacían insinuaciones sexuales al conductor del programa. Luego también, apareció otro de los participantes (Matías Alé), tomando vino en tetra brick, y hablando de manera similar a la de las otras dos chicas.
El mensaje con el que se pretendía hacer reír, era bastante elocuente: las chicas que gustan de la cumbia villera son atorrantas, mientras que los varones son borrachos. Ah, y todos tienen problemas de dicción al hablar.
Nobleza obliga, me enteré de todo esto a los dos o tres días, cuando en alguno de los programas que se dedican a retransmitir lo que pasa en ShowMatch, no solo pasaron estas imágenes, sino que también pasaron unas declaraciones de Marcela Baños, conductora del programa "Pasión de Sábado", quien se mostraba muy enojada con lo que había ocurrido en lo de Tinelli.
A los ojos de alguien que está en contacto con pibes que gustan de la cumbia villera(mis alumnos de la escuela, por ejemplo), el sketch me pareció estúpido, ridículo: nadie habla así (a no ser que esté ebrio de verdad), y hasta donde yo sé, las chicas tienen otros recursos a la hora de insinuárseles a los chicos. No hablan como boludas, y tampoco andan convidándole chicles a los muchachos. La verdad, si la imitación era ofensiva o discriminatoria, no lo sé. Me pareció, sí, algo idiota.
Pero volviendo al tema de la cumbia villera, no quiero dejar pasar la oportunidad para aclarar algunas cosas, dado que he visto a mucha gente, opinando sobre el tema con una soltura tremenda.
1) La cumbia villera, cómo subgénero dentro de la movida tropical, no existe más. Hay un solo grupo que continúa reivindicando ese género, y que no por casualidad ha llegado hasta dónde llegó: se trata de Damas Gratis, los únicos que alguna vez se tomaron las cosas en serio desde el principio (sobre todo su líder y fundador, Pablo Lescano).
2) Tal vez, la cumbia villera nunca haya existido. Además de Damas Gratis, hubo solamente otros dos grupos que se dedicaron a cultivar el género: Flor de Piedra y Yerba Brava. El resto de los grupos que se definían como de "cumbia villera" (ahora entre comillas) no eran más que inventos comerciales, que se distribuían como quien vende tallarines o libros de Mario Mactas (?). El colmo de este fenómeno comercial fue, sin dudas, el de "Los Pibes Chorros", que tenían una banda que se llamaba 'Los Chudas', con canciones que no hablaban de ladrones, putas y falopa, hasta que llegó un productor discográfico y les dijo: "muchachos, ahora ustedes se van a vestir así, van a cantar estas letras, y se van a llamar 'Los Pibes Chorros'".
3) Como todo producto fabricado en las usinas de las Industrial Culturales más perversas (como lo son las compañias discográficas), efectivamente la cumbia villera se convirtió en una moda que contó con muchísimos adeptos a principios de esta década. El momento del país, por cierto, era más que propicio, y no había que hacer demasiado para lograr que los millones de jóvenes que por entonces se encontraban excluidos de todo sistema, se identificaran con las letras (fabricadas o no) de estos grupos.
Sin embargo, el auge no duró más de dos años. Los grupos de cumbia villera que siguieron a la primera camada, fueron uno peor que el otro, y ni siquiera lograron la mitad de lo que habían conseguido Damas Gratis, Yerba Brava, Pibes Chorros, etc.
"Meta Guacha", "La Base", "Supermerk2", "El Empuje", "Eh guacho", y tantos otros, fueron todos intentos de estirar el negocio hasta lo imposible, aunque fracasaron en el intento.
4) Todos esos grupos inventados por las discográficas Magenta y Leader Music, solamente dieron lugar a un nuevo invento: las carreras solistas de sus vocalistas. De allí salieron Néstor en Bloque, El Polaco, El Original (lejos, uno de los peores), Junior, y tantas otras joyas (?) de la cumbia actual, la denominada "cumbia base": una deformación edulcorada y llorona de lo que fue la cumbia villera de aquellos primeros años.
Aunque para los ojos de la gente que no es del palo parezca cumbia villera, estos chicos cantan canciones de amor, y por lo general viven de los covers de viejos temas de bandas como Los Leales, Los Lamas, Los del Bohío, etc. El truco es muy simple: las adolescentes de hoy cantan las canciones con las que se enamoraron sus madres.
5) La cumbia villera, fue, en definitiva, un invento de dos o tres vivos que se llenaron de plata con el talento (?) ajeno. Como todo fenómeno comercial cuyos protagonistas provenían fundamentalmente de las clases populares, los medios masivos de comunicación enseguida fueron a ver de qué iba el asunto (con tratamientos dispares), y a estos les siguieron el periodismo social (uf!), y también algunos intelectuales progresistas (dos veces uf! (?)).
La verdad que los estudios que se han hecho al respecto, ya sea desde el periodismo social como desde el ámbito académico, dejan mucho que desear (por no decir dan pena). Esa manía de ver ángeles en el barro (Felipe dixit) en lugar de personas, no hace otra cosa que idealizar de una manera muy simplista, a un fenómeno que es mucho más complejo que eso.
Eso sí que es, posta, hacerle el juego a la derecha.
Para quienes no hayan visto las escenas cuestionadas, se trató de dos chicas (una era Silvina Escudero, la otra no sé) que estaban vestidas como bailarinas de cumbia, pero que hablaban como si tuvieran problemas de dicción, y le hacían insinuaciones sexuales al conductor del programa. Luego también, apareció otro de los participantes (Matías Alé), tomando vino en tetra brick, y hablando de manera similar a la de las otras dos chicas.
El mensaje con el que se pretendía hacer reír, era bastante elocuente: las chicas que gustan de la cumbia villera son atorrantas, mientras que los varones son borrachos. Ah, y todos tienen problemas de dicción al hablar.
Nobleza obliga, me enteré de todo esto a los dos o tres días, cuando en alguno de los programas que se dedican a retransmitir lo que pasa en ShowMatch, no solo pasaron estas imágenes, sino que también pasaron unas declaraciones de Marcela Baños, conductora del programa "Pasión de Sábado", quien se mostraba muy enojada con lo que había ocurrido en lo de Tinelli.
A los ojos de alguien que está en contacto con pibes que gustan de la cumbia villera(mis alumnos de la escuela, por ejemplo), el sketch me pareció estúpido, ridículo: nadie habla así (a no ser que esté ebrio de verdad), y hasta donde yo sé, las chicas tienen otros recursos a la hora de insinuárseles a los chicos. No hablan como boludas, y tampoco andan convidándole chicles a los muchachos. La verdad, si la imitación era ofensiva o discriminatoria, no lo sé. Me pareció, sí, algo idiota.
Pero volviendo al tema de la cumbia villera, no quiero dejar pasar la oportunidad para aclarar algunas cosas, dado que he visto a mucha gente, opinando sobre el tema con una soltura tremenda.
1) La cumbia villera, cómo subgénero dentro de la movida tropical, no existe más. Hay un solo grupo que continúa reivindicando ese género, y que no por casualidad ha llegado hasta dónde llegó: se trata de Damas Gratis, los únicos que alguna vez se tomaron las cosas en serio desde el principio (sobre todo su líder y fundador, Pablo Lescano).
2) Tal vez, la cumbia villera nunca haya existido. Además de Damas Gratis, hubo solamente otros dos grupos que se dedicaron a cultivar el género: Flor de Piedra y Yerba Brava. El resto de los grupos que se definían como de "cumbia villera" (ahora entre comillas) no eran más que inventos comerciales, que se distribuían como quien vende tallarines o libros de Mario Mactas (?). El colmo de este fenómeno comercial fue, sin dudas, el de "Los Pibes Chorros", que tenían una banda que se llamaba 'Los Chudas', con canciones que no hablaban de ladrones, putas y falopa, hasta que llegó un productor discográfico y les dijo: "muchachos, ahora ustedes se van a vestir así, van a cantar estas letras, y se van a llamar 'Los Pibes Chorros'".
3) Como todo producto fabricado en las usinas de las Industrial Culturales más perversas (como lo son las compañias discográficas), efectivamente la cumbia villera se convirtió en una moda que contó con muchísimos adeptos a principios de esta década. El momento del país, por cierto, era más que propicio, y no había que hacer demasiado para lograr que los millones de jóvenes que por entonces se encontraban excluidos de todo sistema, se identificaran con las letras (fabricadas o no) de estos grupos.
Sin embargo, el auge no duró más de dos años. Los grupos de cumbia villera que siguieron a la primera camada, fueron uno peor que el otro, y ni siquiera lograron la mitad de lo que habían conseguido Damas Gratis, Yerba Brava, Pibes Chorros, etc.
"Meta Guacha", "La Base", "Supermerk2", "El Empuje", "Eh guacho", y tantos otros, fueron todos intentos de estirar el negocio hasta lo imposible, aunque fracasaron en el intento.
4) Todos esos grupos inventados por las discográficas Magenta y Leader Music, solamente dieron lugar a un nuevo invento: las carreras solistas de sus vocalistas. De allí salieron Néstor en Bloque, El Polaco, El Original (lejos, uno de los peores), Junior, y tantas otras joyas (?) de la cumbia actual, la denominada "cumbia base": una deformación edulcorada y llorona de lo que fue la cumbia villera de aquellos primeros años.
Aunque para los ojos de la gente que no es del palo parezca cumbia villera, estos chicos cantan canciones de amor, y por lo general viven de los covers de viejos temas de bandas como Los Leales, Los Lamas, Los del Bohío, etc. El truco es muy simple: las adolescentes de hoy cantan las canciones con las que se enamoraron sus madres.
5) La cumbia villera, fue, en definitiva, un invento de dos o tres vivos que se llenaron de plata con el talento (?) ajeno. Como todo fenómeno comercial cuyos protagonistas provenían fundamentalmente de las clases populares, los medios masivos de comunicación enseguida fueron a ver de qué iba el asunto (con tratamientos dispares), y a estos les siguieron el periodismo social (uf!), y también algunos intelectuales progresistas (dos veces uf! (?)).
La verdad que los estudios que se han hecho al respecto, ya sea desde el periodismo social como desde el ámbito académico, dejan mucho que desear (por no decir dan pena). Esa manía de ver ángeles en el barro (Felipe dixit) en lugar de personas, no hace otra cosa que idealizar de una manera muy simplista, a un fenómeno que es mucho más complejo que eso.
Eso sí que es, posta, hacerle el juego a la derecha.
Comentarios
En alguna medida pareciera que está latente esa corriente en nuestra cumbia, que cuando se desarrolle la va a enriquecer muchísimo lo mismo que algunos atisbos en cuanto a arreglos y armonizaciones que a partir de Pablo Lezcano se vienen insinuando como algo muy interesante.
Creo, en suma, que estamos cerca de tener muy buenas noticias en este asunto.
Abrazo
La cumbia es la música de los barrios por más que no dé alergia aceptarlo.
En cuanto a Tinelli la verdad que siento admiración. Admiro su coherencia en seguir tan sorete como siempre y no correrse ni un milimetro hacia la superación...
Un último comentario, habría que preguntarse sobre el aporte de bandas como Pibes Chorros en la criminalización de la pobreza, agregando a esa cadena también el consumo de drogas y alcohol, todo juntito.
Perdón por la extensión, pero te metiste en el terreno que me apasiona.
ENHORABUENA MAESTRO!
Y que, como siempre, estigmatizan a pibes (generalmente conurbanos) en beneficio del rating o de los bolsillos de los que tienen la genial idea.
Excelente post, abrazo
Mirar el programa de Tineli y los refritos de este que pasan por televisión me parece un atentado al cerebro y al buen gusto. Y debatir sobre este una pérdida de tiempo.
Obvio que me molesta mucho la discriminación y el prejuicio que muestra la clase media en este tema, que se vieron reflejados en el programa q mencionás de Tinelli (no lo ví en realidad pero ni hace falta).
Pero también me da por los huevos los periodistas progres que, como bien señalás, ven ángeles en el barro. Arman una imagen idílica de los pibes que no existe y además es reduccionista. Apenas leo la palabra "desangelado" abandono la lectura inmediatamente.
Saludos.
Es como cuando uno defenestra a un cristiano, lo acusa de viola pibes, etc y esta todo bien, pero si no le doy el asiento a un judio en el bondi soy un nazi hijo de mil puta. Si me muevo un traba esta todo bien, ahora si me voy de putas soy un explotador de mujeres.
Bueno asi podría seguir todo el día.
Muestras
/berreteada/Denzel y Washington
"sos una fiestera, buscando billetera,
Mejor gasta los mangos, en buenas rodilleras"
Amor/Champion Liga(Lejos el más masivo en este momento)
"si yo te amo a ti y tu me decis no.yo no comprendo si en verdad tu no lo quieres,
si en mi mente hay algo que me entristece"
Contenido social/Pala ancha(Comodoro Riv)
"el otro dia en la esquina me metieron en cana por tomar una cerveza a las tres de la mañana.Que tiene de malo?
"Por una cerveza me recagaste a palos.Milico hijo de puta, dejate de joder, lo que vos hacés es abuso de poder"
Un saludo
Cuando yo empecé a laburar en Soldati, ahí cerca del barrio Carrillo y Villa Fátima, cada casa ponía SU música, y muchas veces,e ra cumbia (villera?), pero nunca los temas que se hicieron más conocidos, sino otros temas que yo en esa época no podía identificar (recién empezaba mi militancia barrial, tenía 17 años y escuchaba El Otro Yo).
Ahora trabajao en Villa Fiorito, en el Barrio Tres de Enero, y escucho más reaggetón que cumbia.
Sin embargo, hay una clase de música que se mantiene en el tiempo, en todos los lugares, sin ganar ni perder adeptos, y es el chamamé.
Este es mi pequeño aporte a su post.
Saludos!
Hay algo ahí de contraponer lo, digamos, auténtico a lo inauténtico a partir de la presencia de la discográficas.
Una versión más elaborada (progre full full) de esa idea, y asociada además a la idea de lo comercial/maquiavélico/adormecedor del negraje la tenés en un elitista absoluto como Adorno. ¡Que hablaba del jazz! (cosa que ahora, acá, es para escuchar con una camisa negra para esconder la busarda y escabiando un totín de 50 mangos).
1) y 2) comparto.
Ando medio apurado, así que a la noche me voy a tomar el tiempo de contestar de a uno.
Okus: por supuesto que no desconozco el fenómeno de la cumbia colombiana en zona norte (supongo que te referís al Tropi, La Mónica, etc), pero este es un post sobre la cumbia villera. Otro día hablamos de los otro, ta?
saludos!
Pido mucho?
Siempre que hablo de Cumbia Villera intento plantear esta diferencia que explicas vos entre los origenes, con Yerba Brava y Flor de Piedra a la cabeza, con respecto a lo que vino despues.
La cumbia villera eran las historias de la villa, como el cuarteto desde siempre contó historias.
Por utlimo, cada vez que se habla de esto, me recuerda a un tema que deberia escucharce de fondo en este post. "Cortenla con la cumbia villera" que canta DJ Yacaré con el Mono, el cantante original de Yerba Brava, que nombraba Manuel en un comentario anterior.
La letra esta aca: http://www.gugalyrics.com/DJ-YACARE-CORTENLAN-CON-LA-CUMBIA-VILLERA-LYRICS/62668/
Saludos!
OPQS
Dos grupos muy buenos de cumbia villera:
Los gedes.
Malafama (el primer CD de malafama está en un top 20 musical de todo lo que se hizo en Argentina en los ultimos 10 años).
En primer lugar, considero que Pablo Lescano es un artista superior. No solo por la capacidad creativa que tiene (a mi juicio, infinita), sino que también hay que destacar la prepotencia de su trabajo. Su laburo como productor es realmente descollante. No se encuentra en otros estilos musicales, al menos en nuestro país.
Lescano es portador de una originalidad y una frescura, sostenidas en el tiempo, como pocas veces se ha visto.
Respecto de grupos que valían la pena, como Yerba Brava y Malafama, creo que fueron superados por la situación, y lamentablemente no pudieron (o no supieron) estar a la altura de las circunstancias.
De Los Pibes Chorros, nobleza obliga, quiero hacer una salvedad: me consta que son buena gente. O al menos lo eran hace unos años. El Punga y Ariel son de Berzategui, y hace muchos años tuve oportunidad de conocer el laburo que hacían en un comedor de la zona. Que se yo, me parece que entraron en esa lógica peligrosa de "vale todo", que les propuso el mercado, y como suele pasar en tantos otros casos, se los terminó devorando el personaje....
(sigue abajo)
No solo desde los medios y desde las discográficas se contribuyó a generar el prejuicio. Las bandas también hicieron lo suyo.
Ningún artista se preocupó alguna vez por averiguar como tratan a los guachines en los boliches. Todo bien con el vértigo de la fama, pero somos grandes, y en algún momento tenés que parar la pelota y levantar la cabeza. Sino, sos cómplice.
Me imagino que debe ser difícil decir que NO a ciertas cosas, pero bueno, sino sabés decir NO, te cabe. Después no te quejes porque te usaron.
Ojo, el rock tampoco está exento de estas cosas: ahí está el triste ejemplo de Cromagñon.
Yo no sé si es una utopía pedirle a la cumbia que se rebele, pero como mínimo, sería deseable que los músicos empiecen por hacerce respetar ellos mismos.
saludos cumbieros