Por Darío
Quilmes tuvo lugares donde el horror fue la materia prima de la vida de muchos vecinos, y de otros que, traídos desde otras geografías, gritaron el dolor en nuestra tierra.
El Pozo de Quilmes y Puesto Vasco están ahí. También el Hospital de Quilmes, donde personajes nefastos e indignos de la condición humana, ayudaron a traer al mundo niños que luego robaron.
Generosa Fratassi, italiana y enfermera del Hospital Iriarte que fue secuestrada sólo por contrariar la versión que negaba el parto de una detenida, podrá por fin descansar en paz.
Hoy, 17 de Julio a las 11hs, en el en el panteón designado a los desaparecidos de Quilmes en el Cementerio de Ezpeleta, se realizó la ceremonia de inhumación de los restos de Generosa, desaparecida por la Dictadura Militar.
Su madre, Miguelina Fratassi, Madre de Plaza de Mayo de Quilmes, fue una luchadora incansable, busco a su hija hasta el último día de su vida.
Treinta y tres años después de su secuestro, los restos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Su historia es emblemática, y muestra hasta qué punto la solidaridad era un arma que el Gobierno de Facto no podía tolerar.
Quilmes tuvo lugares donde el horror fue la materia prima de la vida de muchos vecinos, y de otros que, traídos desde otras geografías, gritaron el dolor en nuestra tierra.
El Pozo de Quilmes y Puesto Vasco están ahí. También el Hospital de Quilmes, donde personajes nefastos e indignos de la condición humana, ayudaron a traer al mundo niños que luego robaron.
Generosa Fratassi, italiana y enfermera del Hospital Iriarte que fue secuestrada sólo por contrariar la versión que negaba el parto de una detenida, podrá por fin descansar en paz.
Hoy, 17 de Julio a las 11hs, en el en el panteón designado a los desaparecidos de Quilmes en el Cementerio de Ezpeleta, se realizó la ceremonia de inhumación de los restos de Generosa, desaparecida por la Dictadura Militar.
Su madre, Miguelina Fratassi, Madre de Plaza de Mayo de Quilmes, fue una luchadora incansable, busco a su hija hasta el último día de su vida.
Treinta y tres años después de su secuestro, los restos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Su historia es emblemática, y muestra hasta qué punto la solidaridad era un arma que el Gobierno de Facto no podía tolerar.
Comentarios
no conocía esta historia, pero en lo que se cuenta y en cómo se lo cuenta hay algo que conmueve.
abrazo a Dario.
..gracias por contar esta historia
Nunca Más!