Antonio Libonati nació en 1937, es notario (?) y entre otros cargos públicos que ocupó está el de haber sido Jefe Comunal de San Martín (lugar donde nació) durante dos períodos: entre 1991 y 1995, y luego de ser reelecto, hasta marzo de 1998, momento en el que fue destituido por el Concejo Deliberante, por mal desempeño de sus funciones o algo así.
En realidad, Libonati cayó en desgracia cuando se peleó con Eduardo Duhalde y, para no convertirse en un huérfano político, procuró un acercamiento al menemismo. Algunos habrán pensado que se trataba de un visionario. Otros, en cambio, dijeron que era un pelotudo. No hace falta aclarar quienes acertaron.
Una vez que el Concejo Deliberante de San Martín lo mandó a la casa (porque a la cárcel no fue nunca), Libonati pataleó durante un tiempo y hasta amagó sin mucha suerte con volver a la política. Desde entonces, desapareció del mapa. Nada. No dejó ni un rastro.
Pasaron mucho años desde aquellos tiempos en los que Libonati era aclamado por las masas e interpretaba el sentir popular en cada una de sus medidas de gobierno.
Bueno, ahora parece que hace lo mismo (?) pero desde la literatura, y ojo, que no es joda eh. El hombre escribe de todo: teatro, poesía y prosa, y al parecer, en España lo admiran bastante. Tal es así, que le han otorrgado algunos premios (ver foto), y hasta ha publicado poesías y Haikus (?) en medios como La Vanguardia de Barcelona, y Letralia, un portal de letras muy prestigioso. Bueno, en realidad esto último no lo puede chequear pero está en internet, debe ser cierto (?).
Así que ya ven: gracias a un puñado de Concejales clientelistas e iletrados, nos hemos perdido a quien tal vez pueda convertirse en un futuro Premio Nóbel (si se lo dieron al turco ese). Por culpa de viejas antinomias (Alpargatas si, libros no) nuevamente la fuga de cerebros perjudica a la Nación entera.
En realidad, Libonati cayó en desgracia cuando se peleó con Eduardo Duhalde y, para no convertirse en un huérfano político, procuró un acercamiento al menemismo. Algunos habrán pensado que se trataba de un visionario. Otros, en cambio, dijeron que era un pelotudo. No hace falta aclarar quienes acertaron.
Una vez que el Concejo Deliberante de San Martín lo mandó a la casa (porque a la cárcel no fue nunca), Libonati pataleó durante un tiempo y hasta amagó sin mucha suerte con volver a la política. Desde entonces, desapareció del mapa. Nada. No dejó ni un rastro.
Pasaron mucho años desde aquellos tiempos en los que Libonati era aclamado por las masas e interpretaba el sentir popular en cada una de sus medidas de gobierno.
Bueno, ahora parece que hace lo mismo (?) pero desde la literatura, y ojo, que no es joda eh. El hombre escribe de todo: teatro, poesía y prosa, y al parecer, en España lo admiran bastante. Tal es así, que le han otorrgado algunos premios (ver foto), y hasta ha publicado poesías y Haikus (?) en medios como La Vanguardia de Barcelona, y Letralia, un portal de letras muy prestigioso. Bueno, en realidad esto último no lo puede chequear pero está en internet, debe ser cierto (?).
Así que ya ven: gracias a un puñado de Concejales clientelistas e iletrados, nos hemos perdido a quien tal vez pueda convertirse en un futuro Premio Nóbel (si se lo dieron al turco ese). Por culpa de viejas antinomias (Alpargatas si, libros no) nuevamente la fuga de cerebros perjudica a la Nación entera.
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