La idea del Túnel del Bicentenario era buena, sobre todo porque venía a saldar un viejo reclamo de los vecinos que necesitan cruzar las vías del Mitre sin demoras, dado que las otras opciones para la conexión este-oeste de Tigre centro son ir hasta la Avenida de las Naciones (intransitable los fines de semana) o recurrir a las barreras de Marabotto y de Paso.
También es una salida rápida para los visitantes de sábado o domingo a la hora de pegar la vuelta: por Chacabuco se puede llegar hasta las subidas de Larralde o de 197, y tomar el acceso Tigre evitando la locura de la subida principal.
Estaba todo dado como para que fuera una obra moderna, útil y valorada, pero el apuro por sacarse la foto pudo más (que raro, no?) y a menos de seis meses de su inauguración tenemos este bodrio que no se puede usar si caen tres gotas o directamente se llena de agua hasta arriba cuando diluvia, convirtiendo en inundable a una zona que antes no se inundaba nunca.
No hay que ser ingeniero civil para darse cuenta que el tunel está mal hecho: la montaña rusa del Parque de la Costa es menos empinada que la bajada que uno toma si viene del lado de Cazón; además está mal señalizado (tenés que conocer la zona o ser adivino para poder ubicarlo), y de noche está mal iluminado (casi a oscuras).
Vamos Zamora (?), que usted puede gestionar cumpliendo los plazos de obra y no los del corte de cinta para la foto. Nadie (?) lo va a retar.
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