En el día de ayer, miércoles de sesión en el Concejo Deliberante platense, figuraba en el orden del día el tratamiento de la controvertida reforma al Código de Ordenamiento Urbano (COU) impulsada por el Intendente Pablo Bruera.
La historia es larga, viene prácticamente desde el momento mismo en que Bruera ganó las elecciones de 2007, porque fue una de las promesas de campaña que hecha a distintos sectores que interesados en el crecimiento de la construcción: desde las inmobiliarias hasta los albañiles. Para ganar la elección, Bruera necesitaba el apoyo de unos y otros, y lo tuvo, por eso el tema no admitía más dilaciones.
Los puntos del nuevo Código que más polémica desataron son la autorización para construir edificios de hasta 14 pisos en el microcentro (de calles 1 a 13 y de 44 a 60); hasta 10 en el centro (de 38 a 66 y de 1 a 19); y planta baja y dos pisos en los barrios del tercer anillo del casco urbano (32 a 38 y de 66 a 72), así como también la instalación de countries en la parte rural del Partido. Diferentes asociaciones de vecinos y comerciantes se opusieron desde un principio, y algunos Concejales de la oposición se quejaron de no tener en ningún momento acceso a la información fina del proyecto, además de otros detalles (?) tales como que el mismo no pasó ni por las comisiones de Medio Ambiente, Transporte ni Salud.
Pero vamos a lo que realmente importa: la sesión de ayer en la que finalmente se votó la reforma. Una escena grafica la manera en la que se venía manejando el tema desde la comisión de planeamiento del Concejo Deliberante: su titular, Enrique "vendo grabador poco uso, impecable (?)" Capparelli, durante la sesión de ayer tuvo el expediente en una banqueta que acomodó al costado de su banca. Pero bueno, dejando de lado estas nimiedades, hay que decir francamente que la oposición al Intendente Bruera es un poco cachivachesca y además, algo tonta. Claro, ustedes me preguntarán ¿Cuál oposición? Porque a esta altura ya no se sabe quién juega para quién. Sigamos
La sesión de ayer tenía tres temas importantes en su hoja de ruta: el COU, la declaración de ciudadano ilustre del médico Gabriel Ives, y la declaración de interes municipal del libreo de poemas Pájaros Rojos, de Gabriela Pernas Martino, momento en que comenzó la polémica.
Mientras los ediles del oficialismo estaban llevando a cabo los discursos que homenajeaban a la autora del libro (detenida desaparecida) ante la mirada atenta (?) de los tres concejales de Unión-Pro y el peronista independiente Lotumolo, la presidenta del bloque bruerista, Valeria Amendolara, pidió que luego de la votación del libro, se votara sobre tablas la reforma al Código, a lo que el presidente del cuerpo, Javier Pacharoti, accedió (remember, había 15 Concejales presentes).
Advertidos de esta situación, los ediles que estaban ausentes bajaron inmediatamente al recinto de una forma tan rauda como bochinchera. Desde los pasillos se podía escuchar venir a la gorda (?) Susana Sánchez al grito de "ladrones, ladrones hijos de puta. Esconden las pelotas, cagones (?)", mientras sus compañeros de bancada trataban de tranquilizarla "pará Susana, te va a dar un patatús", dicen algunos que oyeron decir a Oscarcito Negrelli. ¡Acá hay manos verdes! (?) se le escuchó vociferar a uno que estaba en las barras, mientras que una voz no menos maligna le contestó ¡Traigan relojes, que manos sobran! (?).
Pero eso no fue todo, entre tanto, los concejales alakistas también bajaron, pero sin tanto espamento. El problema fue que en un momento, Miguel Angel Forte, concejal recientemente ido de las filas del bruerismo, comento a quienes estaban cerca "che, me duelen las várices (?), mejor me siento un poco", redondeando sin querer (?), el hermoso número de 16 bancas ocupadas y provocando la hecatombe, la debacle total: una seguidilla de hechos bochornosos que tuvo como protagonistas a Pacharotti, Amendolara, Capparelli, Susana Sánchez, Forte, Teresa Urriza y "Poly" Tritten, que hace un par de semanas atrás había dicho que la reforma al COU era una estafa más de Bruera a los vecinos, yo no la voy a votar.
Insulto va, insulto viene, la reforma salió con 15 votos a favor: 11 del bruerismo, 1 de Lotumolo, y los tres de Unión-Pro (Chaves, Tritten y Arteaga).
Seguramente, lo que sigue es la judicialización del tema, pero esta sesión para alquilar balcones no se va a olvidar en La Plata durante mucho tiempo.
Informe: El Pata Medina
La historia es larga, viene prácticamente desde el momento mismo en que Bruera ganó las elecciones de 2007, porque fue una de las promesas de campaña que hecha a distintos sectores que interesados en el crecimiento de la construcción: desde las inmobiliarias hasta los albañiles. Para ganar la elección, Bruera necesitaba el apoyo de unos y otros, y lo tuvo, por eso el tema no admitía más dilaciones.
Los puntos del nuevo Código que más polémica desataron son la autorización para construir edificios de hasta 14 pisos en el microcentro (de calles 1 a 13 y de 44 a 60); hasta 10 en el centro (de 38 a 66 y de 1 a 19); y planta baja y dos pisos en los barrios del tercer anillo del casco urbano (32 a 38 y de 66 a 72), así como también la instalación de countries en la parte rural del Partido. Diferentes asociaciones de vecinos y comerciantes se opusieron desde un principio, y algunos Concejales de la oposición se quejaron de no tener en ningún momento acceso a la información fina del proyecto, además de otros detalles (?) tales como que el mismo no pasó ni por las comisiones de Medio Ambiente, Transporte ni Salud.
Pero vamos a lo que realmente importa: la sesión de ayer en la que finalmente se votó la reforma. Una escena grafica la manera en la que se venía manejando el tema desde la comisión de planeamiento del Concejo Deliberante: su titular, Enrique "vendo grabador poco uso, impecable (?)" Capparelli, durante la sesión de ayer tuvo el expediente en una banqueta que acomodó al costado de su banca. Pero bueno, dejando de lado estas nimiedades, hay que decir francamente que la oposición al Intendente Bruera es un poco cachivachesca y además, algo tonta. Claro, ustedes me preguntarán ¿Cuál oposición? Porque a esta altura ya no se sabe quién juega para quién. Sigamos
La sesión de ayer tenía tres temas importantes en su hoja de ruta: el COU, la declaración de ciudadano ilustre del médico Gabriel Ives, y la declaración de interes municipal del libreo de poemas Pájaros Rojos, de Gabriela Pernas Martino, momento en que comenzó la polémica.
Mientras los ediles del oficialismo estaban llevando a cabo los discursos que homenajeaban a la autora del libro (detenida desaparecida) ante la mirada atenta (?) de los tres concejales de Unión-Pro y el peronista independiente Lotumolo, la presidenta del bloque bruerista, Valeria Amendolara, pidió que luego de la votación del libro, se votara sobre tablas la reforma al Código, a lo que el presidente del cuerpo, Javier Pacharoti, accedió (remember, había 15 Concejales presentes).
Advertidos de esta situación, los ediles que estaban ausentes bajaron inmediatamente al recinto de una forma tan rauda como bochinchera. Desde los pasillos se podía escuchar venir a la gorda (?) Susana Sánchez al grito de "ladrones, ladrones hijos de puta. Esconden las pelotas, cagones (?)", mientras sus compañeros de bancada trataban de tranquilizarla "pará Susana, te va a dar un patatús", dicen algunos que oyeron decir a Oscarcito Negrelli. ¡Acá hay manos verdes! (?) se le escuchó vociferar a uno que estaba en las barras, mientras que una voz no menos maligna le contestó ¡Traigan relojes, que manos sobran! (?).
Pero eso no fue todo, entre tanto, los concejales alakistas también bajaron, pero sin tanto espamento. El problema fue que en un momento, Miguel Angel Forte, concejal recientemente ido de las filas del bruerismo, comento a quienes estaban cerca "che, me duelen las várices (?), mejor me siento un poco", redondeando sin querer (?), el hermoso número de 16 bancas ocupadas y provocando la hecatombe, la debacle total: una seguidilla de hechos bochornosos que tuvo como protagonistas a Pacharotti, Amendolara, Capparelli, Susana Sánchez, Forte, Teresa Urriza y "Poly" Tritten, que hace un par de semanas atrás había dicho que la reforma al COU era una estafa más de Bruera a los vecinos, yo no la voy a votar.
Insulto va, insulto viene, la reforma salió con 15 votos a favor: 11 del bruerismo, 1 de Lotumolo, y los tres de Unión-Pro (Chaves, Tritten y Arteaga).
Seguramente, lo que sigue es la judicialización del tema, pero esta sesión para alquilar balcones no se va a olvidar en La Plata durante mucho tiempo.
Informe: El Pata Medina
Comentarios
la imagen de Capparelli con la banqueta al costado me mató.
abrazo!
Arteaga que mamarracho!!! Me acuerdo cuando militaba con Isasi y Tommy Díaz.
Un abrazo peronista.
El chango, desde la ciudad Eva Perón.