El Infierno Menos Pensado

Hay muchas maneras de deformar la realidad. Están las sustancias psicotrópicas, los análisis de Néstor Gorosito después de cada partido, y están, desde luego, los medios masivos de comunicación oligopólica. La gran diferencia entre los tres ejemplos que acabo de citar, es que este último grupo de agentes modificadores de la percepción y los estados de conciencia de la población, persiguen un único interés: instalar un discurso hegemónico que sirva para extorionar al poder de turno, y de esta manera lograr que sus propios interéses sean llevados a cabo por la propio aparato estatal. O sea, son el verdadero poder, detrás del poder.

Es así como, en un año electoral, necesitan sí o sí imponer una "agenda" de temas que supuestamente puedan esmerilar a un gobierno que, ya esta altura nadie puede dudarlo, les cae como el culo. En estos días, mientras asistimos al inevitable encause del conflicto entre el gobierno y las cámaras patronales del agro (más allá de la inútil insistencia de algunos), vemos también como, ante cualquier tipo de situación que pueda vincularse con lo delictual, inmediatamente se instala el discurso acerca de "la ola de inseguridad".
Ahora le tocó a la localidad matancera de Lomas del Mirador, lugar que este blog conoce, como ya le hemos hecho saber a nuestros amigos lectores.
Según los informes que los noticieros han producido "in situ", desde el lugar mismo de los hechos, Lomas del Mirador sería una zona que se encuentra en la mira de los delincuentes -sic y (!)-, dado que la falta de presencia policial y la cercanía de la Avenida General Paz, como vía de escape, hacen del barrio una "tierra de nadie"-nuevamente, sic y (!)- donde los vecinos están a merced de los malvivientes.
Dos hechos ocurridos en cuatro días, pusieron en boca de todo el mundo a esta modesta localidad del conurbano: la violenta muerte de un decorador de interiores que trabajaba con la diva Susana Gimenez, y el asesinato a sangre fría de un profesor de educación física que tenía como alumno al empresario Guillermo Cóppola.
Estos dos tristes episodios, son al mismo son utilizados por deformadores de la realidad, y por dirigentes políticos que intentan montarse en el drama de estas familias y la conmoción de sus amigos, vecinos, etc., para sacar provecho electoral de la situación.
Respecto de ambos crímenes, se pueden decir lo siguiente:
-Lo único que los une es que fueron cometidos a veinte cuadras de distancia (22 para ser exactos), porque mientras el primero se trató de un acuerdo económico que terminó mal, el otro fue (inicialmente) lo que se conoce como "robo al voleo".
-El crimen del empleado de Susana Giménez fue cometido por personas que, como conocían a su víctima, se fueron del lugar como llegaron: en un automóvil VW Bora, camino al oeste. Es decir que no pasaron ni cerca de la Gral. Paz.
-Sobre este hecho, la prensa mayoritaria le ha dado mayor importancia los exabruptos verbales de la diva, que otros datos que merecen ser tomados con mayor seriedad, como la presencia en la escena del crimen de un teniente primero de la Policía, amigo de la víctima, que todavía no explicó que hacía en el lugar.
-También en este caso, ni siquiera se ha mencionado la cercanía de: la comisaría 8ª de La Matanza (a tres cuadras), la Sociedad de Fomento El Progreso (2 cuadras), la Escuela Primaria nº 98 (en la esquina de la casa). Para tratarse de un lugar cercano al infierno.... ¿bastante raro, no?
-La zona donde fue cometido el asesinato al profesor de gimnasia, en cambio, es un poco más "brava" (por decirlo de algún modo), en cuanto a que hay una mayor cantidad de fábricas, y el alumbrado público es ciertamente lamentable.
-Varios canales de televisión (yo al menos lo vi en América y Telefé) se encargaron de repetir una y otra vez las declaraciones de algunos vecinos que aseguraban compartir los dichos de Susana Giménez, pronunciandosé a voz en cuello a favor de la pena de muerte para terminar con la delincuencia. Uno puede llegar a comprender alguna que otra manifestación de bronca exacerbada, pero lo que no se puede soslayar es que en ese barrio (no a 40 cuadras eh, ahí mismo) han tenido sus locales el MODIN (en los noventa) y el Partido de Mohamed Alí Seineldín (hasta hace unos años). Así que, si no hay fascistas en ese lugar, no hay en ningún lado.