Nosotros, los Conurbanos, cuando tenemos que recorrer caminos muy distantes uno del otro, viajamos en tren. Es el medio de transporte más económico, rápido y seguro que hasta el día de hoy conocemos, y a veces también es gratis.
Cuando el recorrido del Sarmiento expira, llegás a Moreno. Si tuviste suerte (o paciencia) y pudiste conseguir un asiento, es probable que llegues a Moreno un poco contracturado pero con ganas de levantarte, salir de la estación y ver que onda. Si en cambio sufriste estoicamente de pie los veintipico de kilómetros que hay desde Plaza Miserere, no vas a saber que hacer con lo poco que quedó de vos.
Una vez que dejás los andenes, te encontrás con "El Centro de Transbordo": una mole gigante de hormigón, acero y vidrio que sirve para más o menos organizar un poco la manera de ir a tomarse un colectivo de La Perlita, una vez que te bajaste del tren. OK, puede que tengas que tomarte un Ecotrans o La Cabaña, pero son treinta y pico de ramales de La Perlita contra tres o cuatro de estas dos empresas.
Para que se den un poco de idea, El Centro de Transbordo es una especie de Terminal de Omnibus de Retiro pero más chica, con la diferencia que los colectivos que parten de sus plataformas no son coches-cama ni tienen confort alguno, y los destinos a los que viajan no son las costas del Mar Argentino, ni Bariloche, ni las Cataratas; sino que los micros de La Perlita te llevan a Las Catonas, a Trujuy, o al Barrio Rififí.
El Centro de Transbordo de Moreno fue diseñado por Jaqui Llauró. No conozco nada de arquitectura, pero dicen que Llauró es uno de los urbanistas más grosos que tenemos en este ispa, y que, entre los fulanos que se ocupan de estas cosas a nivel mundial , está ahí, entre los más capos.
Ya fuera de la Terminal, te encontrás con lo que todo el mundo conoce como el lado norte de Estación (aunque ya no estés en ella).
La distribución institucional-comercial en el centro de Moreno está explícitamente dividida -cuando no- por las vías del ferrocarril. Hacia el lado sur se encuentra todo el aparato administrativo-cultural del Partido: la Municipalidad, el Registro Civil, la Casa de la Cultura, la Biblioteca Municipal, El Teatro Marechal, la Iglesia y , como no, la Plaza. Mientras que en el lado norte que les señalaba, está la zona comercial (ojo, en el lado sur también hay muchísimos comercios, pero los del lado norte son los más piolas, digamos). Si uno elige salir para el lado de la calle España y cruza la placita, el Condor Cliff es una parada obligada para tomarse un café o una cerveza, según la hora del día.
Si se sale por el otro lado, para la calle Belgrano, está la Nápoli, pizzería de esas donde no te preguntan qué vas a consumir cuando te ven encarar para el lado del baño. Por si hace falta aclarar, yo me quedo con la Nápoli.
Después, se puede caminar por las Avenidas Libertador, o Mitre, y mirar un poco de vidirieras. Las calles Belgrano y Merlo también están repletas de comercios, uno al ladito del otro.
Si uno no quiere volver al Centro de Transbordo para cruzar a la parte sur, tiene el paso a nivel en Libertador, que cruzando las vías se llama Martínez Melo.
Sobre Martínez Melo y también sobre Piovano hay comercios de todo tipo (la avenida que acompaña las vías del tren se llama igual de ambos lados: yendo para La Reja es Piovano, y para Paso del Rey es Alcorta).
La Plaza: alrededor de la plaza también hay paradas de colectivos pero sin plataformas ni tanto desarrollo urbanístico moderno: apenas unos palitos junto a los viejos refugios de tinglado parabólico.
Es muy linda la plaza y en uno de los extremos, uno cae en la cuenta de como la historia mitrista no da puntada sin hilo: El Municipio de Moreno se llama así en homenaje al fundador del diario La Gazeta de Buenos Aires, e integrante de la Primera Junta de Gobierno. Sin embargo, nadie dice "Partido de Mariano Moreno". Si, en cambio, se dice "José C. Paz", "Esteban Echeverría", "Florencio Varela, "Marcos Paz", "Vicente López". Avellaneda y Ezeiza no llevan nombre de pila porque no hace falta.
Como una módica manera de hacerce cargo, en una punta de la plaza está el monumento a Mariano Moren:, "homenaje del pueblo de Moreno", dice una de las placas.
En los alrededores, como decía, todos esos edificios institucionales. Un poco más allá, para el lado del río, casas muy lindas: chalets de distintos estilos y otras construcciones un poco más posmo, acompañando el boom (?) de los ladrillos que hubo estos últimos años.
En esta parte las calles y veredas son como las que hay en muchos de los barrios de clase media del conurbano (sí, Moreno no es una gran Villa Miseria como muchos piensan. Hay clase media y en menor medida, sectores medios altos): pocos autos, y mucha acacia, jacarandaes y tilos.
Volviendo para el lado de la estación, por la calle Asseff, una desagradable sorpresa: ya es bastante molesto que este ex Intendente de la Dictadura tenga una calle con su nombre. Pero que en la esquina donde Asseff se cruza con Aristóbulo del Valle (perdonalos Aristóbulo, no saben lo que hacen) hay un monolito con una plaqueta que homeajea a este personaje.
Claro, cuando uno se entera que en el Concejo Deliberante están sentaditos dos de sus retoños (su hijo por Unión-Pro y su hija por un partido vecinal), las cosas cierran un poco.
¿habrá alguna plaqueta que rinda homenaje a los desaparecidos del Partido de Moreno?
Cuando el recorrido del Sarmiento expira, llegás a Moreno. Si tuviste suerte (o paciencia) y pudiste conseguir un asiento, es probable que llegues a Moreno un poco contracturado pero con ganas de levantarte, salir de la estación y ver que onda. Si en cambio sufriste estoicamente de pie los veintipico de kilómetros que hay desde Plaza Miserere, no vas a saber que hacer con lo poco que quedó de vos.
Una vez que dejás los andenes, te encontrás con "El Centro de Transbordo": una mole gigante de hormigón, acero y vidrio que sirve para más o menos organizar un poco la manera de ir a tomarse un colectivo de La Perlita, una vez que te bajaste del tren. OK, puede que tengas que tomarte un Ecotrans o La Cabaña, pero son treinta y pico de ramales de La Perlita contra tres o cuatro de estas dos empresas.
Para que se den un poco de idea, El Centro de Transbordo es una especie de Terminal de Omnibus de Retiro pero más chica, con la diferencia que los colectivos que parten de sus plataformas no son coches-cama ni tienen confort alguno, y los destinos a los que viajan no son las costas del Mar Argentino, ni Bariloche, ni las Cataratas; sino que los micros de La Perlita te llevan a Las Catonas, a Trujuy, o al Barrio Rififí.
El Centro de Transbordo de Moreno fue diseñado por Jaqui Llauró. No conozco nada de arquitectura, pero dicen que Llauró es uno de los urbanistas más grosos que tenemos en este ispa, y que, entre los fulanos que se ocupan de estas cosas a nivel mundial , está ahí, entre los más capos.
Ya fuera de la Terminal, te encontrás con lo que todo el mundo conoce como el lado norte de Estación (aunque ya no estés en ella).
La distribución institucional-comercial en el centro de Moreno está explícitamente dividida -cuando no- por las vías del ferrocarril. Hacia el lado sur se encuentra todo el aparato administrativo-cultural del Partido: la Municipalidad, el Registro Civil, la Casa de la Cultura, la Biblioteca Municipal, El Teatro Marechal, la Iglesia y , como no, la Plaza. Mientras que en el lado norte que les señalaba, está la zona comercial (ojo, en el lado sur también hay muchísimos comercios, pero los del lado norte son los más piolas, digamos). Si uno elige salir para el lado de la calle España y cruza la placita, el Condor Cliff es una parada obligada para tomarse un café o una cerveza, según la hora del día.
Si se sale por el otro lado, para la calle Belgrano, está la Nápoli, pizzería de esas donde no te preguntan qué vas a consumir cuando te ven encarar para el lado del baño. Por si hace falta aclarar, yo me quedo con la Nápoli.
Después, se puede caminar por las Avenidas Libertador, o Mitre, y mirar un poco de vidirieras. Las calles Belgrano y Merlo también están repletas de comercios, uno al ladito del otro.
Si uno no quiere volver al Centro de Transbordo para cruzar a la parte sur, tiene el paso a nivel en Libertador, que cruzando las vías se llama Martínez Melo.
Sobre Martínez Melo y también sobre Piovano hay comercios de todo tipo (la avenida que acompaña las vías del tren se llama igual de ambos lados: yendo para La Reja es Piovano, y para Paso del Rey es Alcorta).
La Plaza: alrededor de la plaza también hay paradas de colectivos pero sin plataformas ni tanto desarrollo urbanístico moderno: apenas unos palitos junto a los viejos refugios de tinglado parabólico.
Es muy linda la plaza y en uno de los extremos, uno cae en la cuenta de como la historia mitrista no da puntada sin hilo: El Municipio de Moreno se llama así en homenaje al fundador del diario La Gazeta de Buenos Aires, e integrante de la Primera Junta de Gobierno. Sin embargo, nadie dice "Partido de Mariano Moreno". Si, en cambio, se dice "José C. Paz", "Esteban Echeverría", "Florencio Varela, "Marcos Paz", "Vicente López". Avellaneda y Ezeiza no llevan nombre de pila porque no hace falta.
Como una módica manera de hacerce cargo, en una punta de la plaza está el monumento a Mariano Moren:, "homenaje del pueblo de Moreno", dice una de las placas.
En los alrededores, como decía, todos esos edificios institucionales. Un poco más allá, para el lado del río, casas muy lindas: chalets de distintos estilos y otras construcciones un poco más posmo, acompañando el boom (?) de los ladrillos que hubo estos últimos años.
En esta parte las calles y veredas son como las que hay en muchos de los barrios de clase media del conurbano (sí, Moreno no es una gran Villa Miseria como muchos piensan. Hay clase media y en menor medida, sectores medios altos): pocos autos, y mucha acacia, jacarandaes y tilos.
Volviendo para el lado de la estación, por la calle Asseff, una desagradable sorpresa: ya es bastante molesto que este ex Intendente de la Dictadura tenga una calle con su nombre. Pero que en la esquina donde Asseff se cruza con Aristóbulo del Valle (perdonalos Aristóbulo, no saben lo que hacen) hay un monolito con una plaqueta que homeajea a este personaje.
Claro, cuando uno se entera que en el Concejo Deliberante están sentaditos dos de sus retoños (su hijo por Unión-Pro y su hija por un partido vecinal), las cosas cierran un poco.
¿habrá alguna plaqueta que rinda homenaje a los desaparecidos del Partido de Moreno?
Comentarios
Faltabas vos.
Saludos.
saludos
Premios ROSCA
Saludos
ta luego
marcos
La próxima me invita ehh
SW: ahí pasé
alexis: compañero, me parece que usted quiere que sea 31 del 12 para mamarse tranquilo.
amenábar: gracia!
anónimo: sí, se llamaba así.
Dos: me cachaste. no va a quedar otra que invitarlo.
De qué parte del conurbano sos?
Si algún día estás muy al pedo, podrías tomarte el 338 que va por el camino de cintura desde San Isidro hasta la Plata, son como tres horas pero estaría buena la crónica y pasas por todo el conurbano.
Y sí, no es una villa miseria.
Hay mucha pobreza en el conurbano pero se la sobreestima por derecha y por izquierda.
Me acuerdo de un artículo de Mavrakis Valdes en el que había un par de personajes "negros de Banfield y Munro" cuando ambos barrios son más bien de clase media media, y Banfield tirando a barrio bacán.
Y algo parecido que hizo Sandra Russo en un artículo de ficción con Burzaco, un lugar bastante lindo en mi opinión.
El Lurker
ahora voy a buscar los artículos que me nombrás.
Me alegro que te guste mucho el blohg. Gracias y saludos.
Joe
Error. La callecita con el nombre de Julio Asseff tiene un tramo de sólo 7 cuadras (es lo único que el asseffismo pudo conseguir. Ese tramo va desde la barrera hasta la calle Emilio Mitre, luego vuelve a tener el nombre Marcos Paz (cambiado por 7 cuadras en honorete a Julio Asseff).
El monolito está justo en la intersección de Asseff con la calle Claudio María Joly (pronunciar Yolí)nombre de un antiguo vecino de origen francés.
En esas siete cuadras la calle Julio Asseff se cruza con: Alcorta sur, Joly, Aristóbulo del Valle, Leandro Alem, Dardo Rocha y Sáenz Peña.
UN DATO, en el monolito pagado por su familia, no dice que en su primera intendencia fue comisionado de la dictadura cívico-militar, sólo dice Intendente.
Buena página. Otro dato, parece que Aníbal Asseff va de candidato a senador por el Pro en uno de los primeros lugares.
saludos!