Las localidades del Conurbano deben sus nombres a diversas circunstancias. Próceres (Almirante Brown, San Martín, Remedios de Escalada de San Martín), geografía (Lomas de Zamora), lugares emblemáticos (El Palomar, La Tablada) y diversas situaciones más, que deberían llevar un estudio más exhaustivo.
Pero una de las principales razones para nombrar a un pueblo en estos lares era “homenajear” a un ciudadano ilustre, que había hecho mucho por ese lugar, o al menos por la Provincia de Buenos Aires. Entre esos podemos nombrar a Gregorio de Laferrere, Felipe de Llavallol, Luis Guillón, Francisco Ramos Mejía (o Ramos Mexía) y Florencio Varela.
Mi afición por la historia me llevó a querer saber quien era el hombre que quedó perpetuado cuando la Provincia de Buenos Aires decidió en 1886 ponerle Mariano Haedo a este pedacito de tierra situado a 27 metros sobre el nivel del mar, que primero fue estación de tren y luego pueblo.
Carteles, guias Filcar y diversos “pasquines” que pasaban por delante mío hablaban de Mariano J. Haedo. Algunos se animaban a decir que su segundo nombre era José. Pero buscaba y buscaba, y encontraba pocas referencias sobre su vida pública, y el porqué había sido elegido para bautizar una estación. Hasta que hace dos años me encontré con un libro llamado “Orígenes del Pueblo Mariano Haedo”, de Javier García Basalo.
Allí se refuta a esa escasa historia oficial y se asegura que el verdadero nombre del pueblo es Mariano Francisco Haedo. ¿Quién era este hombre? El primer presidente de la Comisión Directiva del Ferrocarril del Oeste, allá por 1863, pero también director del Banco Provincia (en esa época llamado Banco y Casa de Moneda de la Provincia de Buenos Aires), desde julio de 1862 hasta el día de su asunción al frente de los ferrocarriles. Fue uno de los principales impulsores de la extensión de este transporte público desde su puesto de director, y también desde su banca de Senador provincial, que ocupó entre 1863 y 1868 -multiempleo el señor (?)-.
Por todas estas razones, el gobernador Carlos D’Amico decidió en 1886, meses después de la muerte de Haedo, inmortalizarlo en el nombre de un pueblo, porque era “un deber del gobierno perpetuar el nombre de los ciudadanos que han sabido vincularlos a las grandes instituciones de la provincia, sirviéndola honorablemente”.
Hace un rato decidí hacer mi propia investigación, que por razones de movilidad fue hecha desde la comodidad de mi casa. Hubiera sido mejor ir al Senado bonaerense, pero la ciudad de La Plata queda lejos. Igualmente gracias a San Google (?), pude descubrir que García Basalo tenía razón. En el Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires de 1865, que pude bajar en PDF, hay una referencia a este tema.
Allí se señala que el señor Mariano F. Haedo le envió una carta al ministro de Hacienda, Luís Domínguez, para promover la fundación de un pueblo en el Partido de Chivilcoy, en las tierras donadas por Bernarda Frias de Gorostiaga. Ese pueblo actualmente se llama Gorostiaga, y sigue siendo parte de Chivilcoy.
Parece que la razón por la cual algunos lo nombran como Mariano José Haedo era por su firma. Resulta que Haedo firmaba con una "F.", que en su caligrafía parecía una "J". Después fue cosa de algunos historiadores llamarlo José, como para encontrarle un significado a esa letra intermedia.
A veces la historia de las localidades conurbanas pasa sin pena ni gloria para sus habitantes, pero creo que es necesario conocer el lugar donde uno está parado.
Comentarios
Genial lo de los 27 metros por encima del nivel del mar.
Garcia Basalo es director de la carrera de Historia de USAL. Uno de los mejores profesores de seminario de investigación.
Saludos
muy bueno el post
Hemano Dios: por esos 27 m sobre el mar venían a las quintas de la zona a curarse del asma, allá por el 1850...
Belanix: no busqué quien era el señor García Basalo, pero me imagine que era muy buen historiador dada la gran investigación que desarrollo en el libro.
anónimo 1: ya le vamos a pedir que renuncie.
anónimo 2: trataré de averiguarlo.
Aldo Bonzi nació en Turín, Italia, en 1852 (la fecha te la debo para una próxima entrega), en el seno de la familia de los Condes Del Serio Di Crema, y llegó a nuestro país en 1896, en el barco Orione, ya con el título de abogado bajo el brazo.
Formó parte del Consejo Directivo de la Cámara Italiana de Comercio en Argentina y pocos años después de arribar a Buenos Aires se hizo con unas tierras cercanas al rió Matanza.
El doctor Bonzi donó una parte de sus tierras en 1908 para que se instale una estación del Ferrocarril. Luego en 1918 donó otras parcelas donde se construyeron la Capilla, la Casa Parroquial y una escuela.
El pueblo fue fundado, con su nombre, el 25 de Mayo de 1913. El doctor Bonzi murió en Crema, Italia, el 1 de mayo de 1935.
falta mucha más investigación, pero al menos algo hay.
salú!
Javier Garcia Basalo es un profesor de historia de unos 55 años y se lo puede observar en las mañanas tempranito caminando hacia la estación por Remedios de Escalada.
Siempre igual desde hace 25 años cuando nos dictaba Historia en el Adveniat.
Javier Garcia Basalo es un profesor de historia de unos 55 años y se lo puede observar en las mañanas tempranito caminando hacia la estación por Remedios de Escalada.
Siempre igual desde hace 25 años cuando nos dictaba Historia en el Adveniat.
Javier Garcia Basalo es un profesor de historia de unos 55 años y se lo puede observar en las mañanas tempranito caminando hacia la estación por Remedios de Escalada.
Siempre igual desde hace 25 años cuando nos dictaba Historia en el Adveniat.