Por Walter Besuzzo
Tuve que ir convenciendo a Roque que no íbamos a una Villa (hacia poco lo habían robado por Hornos ...el límite borroso en cuanto a la pauperizaciòn entre Lanús y Lomas, y que pisa el 550 y otras líneas más osadas lanusenses).
Así que mientras le amortiguaba el temor a medida que atravesábamos el Cuartel Noveno, comentaba :acá mandó Duhalde tomar el terreno -le dije al pasar por barrio odisa-. Cierto, contestó el avezado remisero... se cagaron a tiros recordó, si se acababan las luces en la calle le contaba que por ahí había sido maestro, en las tres escuelas que se agolpan a seis cuadras del Camino Negro ....¿Tres escuelas, Walter, en una cuadra? Y... si, hay muchos pibes. Tres no, cinco...además hay un Jardín y una Secundaria...
Como la cerrazón continuaba, la calma le venía cuando las esquinas se ensombrecían con moretones de morochos esperando colectivos para ir al trabajo, mucho bolsito colgando para ir a la obra pero también algún que otro taco alto. Nos detuvimos porque se nos cruzaron camiones que sin esperar que salga el sol ya se llevaban la basura de la ladera del arroyo que encontramos en Rodríguez.
Esto era de piletas de agua salada... se la dieron a Los Andes, y no todo... una parte... ahora esta un poco mas linda, llegaba el tranvía, bah no era el tranvía, era un colectivo con ruedas de tren, la Albertina se moría y el marido le puso el tranvía para que llegara a las aguas termales.
Mientras los bondis municipales destartalados nos cruzaban, yo le contaba en que lugares se habían apostado los vecinos en el 2001 porque llegaban de otros barrios a saquear. ¿Y esto? preguntó. Es la chanchería, que ahora esta llena de casas de cartón... No los sacan más, dice Roque con lógica, es que hay mucha agua, contesto, mejor, hay mas de un millón de personas en Lomas y la gente es como el agua, va a donde puede... donde se inclina el terreno, y si no hay nada la gente termina fluyendo, en forma de casitas para los hijo..., y esta es las parte de atrás de la toma que salió en la tele, la de Camino Negro ...
Empezaron a cruzarse micros de larga distancia con destino al Litoral, el movimiento vehicular indicaba la cercanía de La Salada. Entre los autos, micros y los rayos de sol amanecedores, Roque perdió el miedo escénico de remisero desconocedor en Cuartel Noveno.
Las colas de los colectivos eran cada vez mas desalineadas y numerosas, pobres que insisten en ir a trabajar a Pompeya, Retiro, Liniers, Ezeiza, Lanus, Parque Patricios, Puente la Noria, el Olimpo.
Como siempre confundí la escuela 85 con la 83, y una vecina temió por nuestra cercanía y corrió por si la queriamos asaltar, cuando le preguntamos por la escuela a la que íbamos.
"Allá está" (en los barrios pobres, cuando no hay sol las luces prendidas de las aulas hacen de las escuelas especies de farolitos con láminas de osos, letras y tablas de multiplicar que se ven por las ventanas transparentes).
Frente a la escuelita está la casa de Isabel, bordada de palmas, dos compañeros uno gordo y otro flaco con sillas del comedor hacen guardia en la calle. Hay tres compañeras que consuelan a otra que dice que no quiere vivir más, le insisten que coma, que los chicos la necesitan.
El hijo está custodiado por un Cristo y un perro negro esperando lo que todos sabemos, y por lo cual hablamos en los velorios tratando de disimular la evidencia: que en algún momento va a tener que cerrarse el cajón... Abajo tiene una palangana con agua y una flauta de pan partida al medio hinchándose, en la cabeza de las lamparas que simulan velas hay un cigarrillo que se extingue. Mientras balbuceo un ave María, entra una compañera con escote generoso, se acerca al difunto y le dice viste todos los que te vinieron a ver, y le toma la mano al pasar, corre la cortina, y vuelve con un vaso de agua.
Es sorprendente el vendaval antropológico que hay en los velorios de los pobres: gritan, se desmayan, balbucean, charlan con el muerto, todo desde las tripas. No preguntan a los burócratas de la fe como se honra a los muertos, no piden permiso, por ahí están El Gauchito Gil, la Difunta Correa, Rodrigo o Gilda, en los mismos altares que este pueblo supo levantar por Evita.
Los carteles en las paredes del comedor tienen dibujos de pibes con visera puestas al revés, a los que se les grita que abandonen el paco, el propio Emanuel desde su serenidad lo pide también, él ya estuvo por ahí y volvió.
Cruzando el patio está Isabel, que me abraza como si ella tuviera que consolarme a mí. Llora, habla por radio y le pregunta a los pibes si desayunaron, comenta que la llamaron Alicia Kirchner, el gobernador Scioli, que conocen el lugar... pero el comisario ni se asomo.
Entre bolsas de zapallo, pasan y pasan los pibes que sacaron del paco Isabel y su compañera Alicia, los vagos la agarran por los hombros, uno le dice si puede pasar, que tiene este pantalón corto y la remera desteñida, lo quiero ir a ver Isabel.
Suena el teléfono e Isabel pregunta por los pibes que fueron a trabajar con ella en la costa, llora otra vez: tiene el corazón partido en dos: velando a su hijo muerto y cuidando a sus pibes.
Me voy a una reunión improductiva de esas que abundan en el sistema educativo y tengo que estar a las 8 en Temperley, en ese otro mundo que existe en estos 89 kilómetros cuadrados que me surcan el alma y que llevan por nombre Lomas de Zamora. Mientras salgo una vecina compra flautitas en el kiosquito de al lado, y pregunta a que hora se lo llevan, hay en la esquina un grupo de pibes que mascullan dolor y bronca... estan inquietos, saben como Isabel que no fue un robo, cinco balazos son demasiado... Me acorde de Carlitos Mugica diciendo que sus hermanos de la villa son pacíficos y pacientes... que la paciencia tiene un límite. Mi compañera llega cuando yo me voy... Su escuela está cerca del velatorio... Un beso militante y vuelta a los centros urbanos que según una estúpida pitonisa saben votar... Roque está silencioso ante la muerte, conmovedoramente respetuoso. Sabía más del asesinato que yo porque me esperó en la puerta de la escuela con el Jardinero, que es del barrio, que le dio detalles del hecho .
El sol ofende ante tanta muerte de pibes pobre... me acurruco, Roque conoce el camino.
Cuando me despierto veo en un televisor de la estación de servicio a un hombre bueno abrazando a Isabel, la noticia es módica comparada con los velatorios en cadena de los policias muertos en estos ultimos días.
Tuve que ir convenciendo a Roque que no íbamos a una Villa (hacia poco lo habían robado por Hornos ...el límite borroso en cuanto a la pauperizaciòn entre Lanús y Lomas, y que pisa el 550 y otras líneas más osadas lanusenses).
Así que mientras le amortiguaba el temor a medida que atravesábamos el Cuartel Noveno, comentaba :acá mandó Duhalde tomar el terreno -le dije al pasar por barrio odisa-. Cierto, contestó el avezado remisero... se cagaron a tiros recordó, si se acababan las luces en la calle le contaba que por ahí había sido maestro, en las tres escuelas que se agolpan a seis cuadras del Camino Negro ....¿Tres escuelas, Walter, en una cuadra? Y... si, hay muchos pibes. Tres no, cinco...además hay un Jardín y una Secundaria...
Como la cerrazón continuaba, la calma le venía cuando las esquinas se ensombrecían con moretones de morochos esperando colectivos para ir al trabajo, mucho bolsito colgando para ir a la obra pero también algún que otro taco alto. Nos detuvimos porque se nos cruzaron camiones que sin esperar que salga el sol ya se llevaban la basura de la ladera del arroyo que encontramos en Rodríguez.
Esto era de piletas de agua salada... se la dieron a Los Andes, y no todo... una parte... ahora esta un poco mas linda, llegaba el tranvía, bah no era el tranvía, era un colectivo con ruedas de tren, la Albertina se moría y el marido le puso el tranvía para que llegara a las aguas termales.
Mientras los bondis municipales destartalados nos cruzaban, yo le contaba en que lugares se habían apostado los vecinos en el 2001 porque llegaban de otros barrios a saquear. ¿Y esto? preguntó. Es la chanchería, que ahora esta llena de casas de cartón... No los sacan más, dice Roque con lógica, es que hay mucha agua, contesto, mejor, hay mas de un millón de personas en Lomas y la gente es como el agua, va a donde puede... donde se inclina el terreno, y si no hay nada la gente termina fluyendo, en forma de casitas para los hijo..., y esta es las parte de atrás de la toma que salió en la tele, la de Camino Negro ...
Empezaron a cruzarse micros de larga distancia con destino al Litoral, el movimiento vehicular indicaba la cercanía de La Salada. Entre los autos, micros y los rayos de sol amanecedores, Roque perdió el miedo escénico de remisero desconocedor en Cuartel Noveno.
Las colas de los colectivos eran cada vez mas desalineadas y numerosas, pobres que insisten en ir a trabajar a Pompeya, Retiro, Liniers, Ezeiza, Lanus, Parque Patricios, Puente la Noria, el Olimpo.
Como siempre confundí la escuela 85 con la 83, y una vecina temió por nuestra cercanía y corrió por si la queriamos asaltar, cuando le preguntamos por la escuela a la que íbamos.
"Allá está" (en los barrios pobres, cuando no hay sol las luces prendidas de las aulas hacen de las escuelas especies de farolitos con láminas de osos, letras y tablas de multiplicar que se ven por las ventanas transparentes).
Frente a la escuelita está la casa de Isabel, bordada de palmas, dos compañeros uno gordo y otro flaco con sillas del comedor hacen guardia en la calle. Hay tres compañeras que consuelan a otra que dice que no quiere vivir más, le insisten que coma, que los chicos la necesitan.
El hijo está custodiado por un Cristo y un perro negro esperando lo que todos sabemos, y por lo cual hablamos en los velorios tratando de disimular la evidencia: que en algún momento va a tener que cerrarse el cajón... Abajo tiene una palangana con agua y una flauta de pan partida al medio hinchándose, en la cabeza de las lamparas que simulan velas hay un cigarrillo que se extingue. Mientras balbuceo un ave María, entra una compañera con escote generoso, se acerca al difunto y le dice viste todos los que te vinieron a ver, y le toma la mano al pasar, corre la cortina, y vuelve con un vaso de agua.
Es sorprendente el vendaval antropológico que hay en los velorios de los pobres: gritan, se desmayan, balbucean, charlan con el muerto, todo desde las tripas. No preguntan a los burócratas de la fe como se honra a los muertos, no piden permiso, por ahí están El Gauchito Gil, la Difunta Correa, Rodrigo o Gilda, en los mismos altares que este pueblo supo levantar por Evita.
Los carteles en las paredes del comedor tienen dibujos de pibes con visera puestas al revés, a los que se les grita que abandonen el paco, el propio Emanuel desde su serenidad lo pide también, él ya estuvo por ahí y volvió.
Cruzando el patio está Isabel, que me abraza como si ella tuviera que consolarme a mí. Llora, habla por radio y le pregunta a los pibes si desayunaron, comenta que la llamaron Alicia Kirchner, el gobernador Scioli, que conocen el lugar... pero el comisario ni se asomo.
Entre bolsas de zapallo, pasan y pasan los pibes que sacaron del paco Isabel y su compañera Alicia, los vagos la agarran por los hombros, uno le dice si puede pasar, que tiene este pantalón corto y la remera desteñida, lo quiero ir a ver Isabel.
Suena el teléfono e Isabel pregunta por los pibes que fueron a trabajar con ella en la costa, llora otra vez: tiene el corazón partido en dos: velando a su hijo muerto y cuidando a sus pibes.
Me voy a una reunión improductiva de esas que abundan en el sistema educativo y tengo que estar a las 8 en Temperley, en ese otro mundo que existe en estos 89 kilómetros cuadrados que me surcan el alma y que llevan por nombre Lomas de Zamora. Mientras salgo una vecina compra flautitas en el kiosquito de al lado, y pregunta a que hora se lo llevan, hay en la esquina un grupo de pibes que mascullan dolor y bronca... estan inquietos, saben como Isabel que no fue un robo, cinco balazos son demasiado... Me acorde de Carlitos Mugica diciendo que sus hermanos de la villa son pacíficos y pacientes... que la paciencia tiene un límite. Mi compañera llega cuando yo me voy... Su escuela está cerca del velatorio... Un beso militante y vuelta a los centros urbanos que según una estúpida pitonisa saben votar... Roque está silencioso ante la muerte, conmovedoramente respetuoso. Sabía más del asesinato que yo porque me esperó en la puerta de la escuela con el Jardinero, que es del barrio, que le dio detalles del hecho .
El sol ofende ante tanta muerte de pibes pobre... me acurruco, Roque conoce el camino.
Cuando me despierto veo en un televisor de la estación de servicio a un hombre bueno abrazando a Isabel, la noticia es módica comparada con los velatorios en cadena de los policias muertos en estos ultimos días.
Comentarios
abrazo
jaja, no, en serio, muy bueno el post.
Ademas este blog faltaba y aca esta ...hay cosas que escribo y pienso "mejor publicarlas en lo de conu"
Conu: Gracias
suerte!
Walter: no hay porqué Cumpa.
Solange: vamos, animesé mujer.
Estuve fino ,no.
Saludos.
Un abrazo
Y uno los ve todos los día por Warnes y la vía en Diamante . O Constituyentes y Melo en Martelli.